¿Cómo se fabrica un perfume?
A lo largo de los años los métodos que se usan para la fabricación de perfumes van cambiando, cada vez son más numerosas y complejas gracias al avance de la investigación y las nuevas técnicas científicas.
Los griegos comenzaron a elaborar las fragancias y colonias, sin embargo fueron los árabes quienes utilizaron alambiques para destilar alcohol como soporte de las esencias, con los que obtuvieron refinados aromas como el almizcle, la algalia y el agua de rosas.
En las antiguas civilizaciones de Egipto, Persia, Roma y China, estos aceites esenciales eran especiales por más razones que las cosméticas. Se usaban para ungir el cuerpo o se santificaban mediante aplicaciones ceremoniales. También se añadieron aceites perfumados al agua y otros líquidos con fines de embellecimiento y religiosos.
A lo largo de los siglos, se desarrollaron e innovaron métodos de extracción y fabricación de perfumes. El perfume no solo sirvió como cosmético ceremonial y simbólico, sino que abrió una nueva vía para el comercio.
Los avances científicos y técnicos han permitido realizar fórmulas cada vez más complejas que antes se llevaban a cabo únicamente mediante la experimentación.
¿Cómo se elabora una fragancia?
La importancia del proceso de fabricación de un perfume, se sitúa en la obtención de los tonos de cada esencia, creando así aromas únicos. La técnica usada para esta elaboración, está basada en la ligera mezcla entre la recolección natural y los más avanzados procedimientos químicos.
Cada esencia desde las más tenue y fina a la más rebelde y profunda, consigue su materia prima de las flores, siendo esenciales en la elaboración.
La fabricación se puede hacer de forma natural, a partir de la disolución de esencias, recolectando las flores más aromáticas como: lavanda, rosa, lila y aceites. Aunque al día de hoy estos métodos se encuentran obsoletos y en su lugar se utilizan fragancias sintetizadas químicamente, existen diferentes procedimientos de fabricación según los ingredientes que se utilicen.
A continuación te presentamos las técnicas más habituales:
Maceración
La maceración es la técnica más antigua en la elaboración de perfumes, y ya no se utiliza. Este método se utilizaba con flores muy frágiles, como el jazmín, la flor de azahar, entre otras.
Se recogían los pétalos a mano y se colocaban sobre una película de grasa animal encima de una plancha de vidrio, dejándolo así durante 24 o 48 horas. Pasado este tiempo se retiraba la fina capa de pétalos y se repetía el proceso hasta la saturación de las grasas. Consiguiendo una pomada cargada de aromas que se lavaba con aguardiente de vino y de la que se obtenían infusiones.
Destilación
Este método es empleado especialmente para flores, hierbas y plantas, consiste en separar los componentes sólidos de los volátiles de una mezcla, por medio de la evaporación.
Las raíces, hojas, flores, corteza de árbol, etc. se machaca y se introduce en un alambique. Se añade suficiente agua para que la materia esté completamente bañada y tras unas horas de maceración se procede a la destilación.
El vapor de agua arrastra los elementos aromáticos hacia la columna de destilación; una vez allí se enfrían y se recoge en un vaso en el que se separa con facilidad el agua perfumada de la esencia. El agua se vuelve a introducir en el alambique para aprovechar la esencia que pueda quedarle de la disolución, en operaciones sucesivas.
Expresión
Este proceso en frío se utiliza sobretodo para la elaboración de perfumes a partir de frutos, en especial de cítricos como la naranja, limón, cidra, los cuales tienen un aroma muy fresco y que no resistirán el calor producido por el proceso de destilación.
Se le denomina expresión ya que las esencias necesarias se exprimen directamente de la corteza del fruto después de agujerearla y comprimirla mediante un procedimiento mecánico.
La esencia obtenida se filtra y se decanta sobre papel mojado para separar el agua de los extractos aromáticos esenciales.
Extracción
Esta técnica, también conocida como “enfleurage”, consiste en poner flores o plantas en contacto con disolventes que absorben las esencias del perfume. Se utiliza sobretodo con las flores más delicadas.
Tradicionalmente este método era utilizado con grasas de animales como disolventes, pero ha sido reemplazado por disolventes volátiles que pueden ser evaporados.
Los disolventes se mezclan con alcohol, se calientan y después se enfrían para conseguir los componentes vegetales; posteriormente se evapora el alcohol.
Ahora que ya sabemos cómo se fabrica un perfume, te compartimos los ingredientes que contienen exactamente.
El proceso de envejecimiento
Los perfumes puros y de alta calidad a menudo se añejan durante meses o incluso años después de que se ha mezclado el aroma. Esto se hace para garantizar que se haya creado el aroma adecuado.
El envejecimiento permite que los diferentes aromas o notas se mezclen realmente. Los perfumes se componen de notas de salida que le dan cuerpo a la fragancia, así como notas de fondo que crean una fragancia duradera.
Control de calidad
El control de calidad es un aspecto vital del proceso de fabricación de perfumes. Garantiza que el perfume terminado no contenga productos nocivos o no deseados, algunos de los cuales incluso podrían estar prohibidos. De esta forma se protege la reputación de la marca y, lo que es más importante, la salud pública.
Los ingredientes naturales pueden ser difíciles de recolectar, y algunos perfumes utilizan aceites animales naturales que también pueden ser difíciles de recolectar. El perfume sintético ha permitido a los perfumistas crear más fácilmente sus aromas y requerir menos control de calidad.
¿Qué contiene un perfume?
El perfume es una mezcla de sustancias aromáticas, ya sean aceites esenciales naturales, con ingredientes vegetales y animales, o esencias sintéticas, con un disolvente que puede ser sólido o líquido, siendo alcohol en la mayoría de los casos y un fijador.
Entre los fijadores, algunos de los más comunes son los diferentes bálsamos, el ámbar gris, que obtiene del intestino de los cachalotes o secreciones glandulares de algunos animales como el almizcle del ciervo almizclero.
Hoy en día muchos de los aceites esenciales que componen la base del perfume, se producen de forma artificial en laboratorios, mediante moléculas de olor. Pero hay marcas exclusivas que siguen utilizando flores y plantas, llevando a cabo alguna de las técnicas mencionadas anteriormente.
Pueden ser necesarias entre 2 y 4 toneladas de jazmines o rosas, por ejemplo, para obtener un kilo de absoluto, un líquido espeso que es la esencia pura de la flor. De ahí que la utilización de de ciertos productos naturales, eleve los precios que pueden llegar a alcanzar ciertas fragancias de renombre.
Según la cantidad de esencia que contenga la fragancia, se denomina diferente, existen varios tipos de perfumes, comenzado por la colonia que contiene tan solo entre un 2 y 4% de esencia, hasta el perfume con un 21-25% de esencia, pasando por el agua de tocador de entre 5 y 12% de esencia y el agua de perfume con 13-20% de esencia.
Entre los ingredientes se encuentran siete grandes grupos:
- Cítrico: naranjas, bergamotas, limones y pomelos.
- Flores: rosa, jazmín, violetas, narcisos, muguete.
- Helechos: lavandas, maderas, comino, bergamota, musgo de encina.
- Chipre: musgo de encina, jara-laudano, pachuli y bergamota.
- Maderas: sándalo, pachulí, cedro, lavanda, pino, cítrico.
- Orientales: vainilla, jara-láudano y animales.
- Cueros: madera quemada, tabaco y cuero.
Cada grupo tiene una esencia diferente y no se pueden mezclar aromas al azar, pues hay ciertas esencias que no son compatibles, se debe saber combinarlos en las porciones adecuadas ya que se pueden alterar las propiedades de las esencias en la mezcla. Se trata de sacar partido de todos los atributos para obtener una forma nueva.
Después de que todo está dicho y hecho, hay un gran proceso involucrado en la elaboración de la mayoría de los perfumes. Los fabricantes de perfumes han recorrido un largo camino desde la antigüedad, pero muchos de los métodos de extracción siguen siendo tediosos. La introducción de productos químicos sintéticos ha hecho que el proceso sea un poco más rápido y asequible, lo que permite que el uso de perfumes sea parte de la práctica habitual.
De ahí que el trabajo de un perfumista sea tan valorado, pues deben identificar al menos 250 aromas. Su codiciado trabajo de diseñar olores, requiere de un sentido del olfato mejor de lo común, que pueda diferenciar aromas que pocos pueden.
No se esperaría que un producto aparentemente tan simple sea tan complejo. Cada vez que pruebes una nueva fragancia, piensa en lo que se necesitó para crear el perfume. ¿Qué ingredientes se utilizaron? ¿Qué tipo de método de extracción produjo el aroma? ¿Cuánto tiempo lleva en proceso de producción? No podrás volver a comprar perfume de la misma forma.
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